domingo, 22 de enero de 2012

Para qué?

Solitario y triste, me dispongo a ver como un nuevo año se me va de las manos, cómo, y nuevamente, el fracaso a los ojos de la humanidad se cernía en mis espaldas, y llegó sin ninguna misericordia. el dolor se apodera de mí, y la desesperanza me rodea.

Difícil resistirse a gritar, a pedir explicaciones, a mandar todo al carajo, incluso la fe... Gritar a los cielos y exigir las explicaciones, a caer en rebeldía, a desafiar y pronunciar las palabras que tantos, en toda la historia, ha salido de esos labios: Por qué?

Por qué? esa pregunta tan capciosa, tan inverosímil pero tan común, tan dura, tan dolorosa... quisiera y queremos tener todas las respuestas del mundo, para poder calmar el alma, para poder exclamar ese suspiro de alivio. Pero nada es fácil, y no tener esa respuesta es propio del amor que Dios nos tiene, ese amor que no entendemos, porque es mayor, y a nosotros nos falta tanto por tener una gota en nuestro corazón de aquéllo. No puedo, no puedo entender.

La voluntad de Dios se escapa a nuestro entender, no puedo expresar un por qué en este minuto, ya que sólo saldrán lágrimas, gritos, violencia. Odio a todo lo que me rodea, en especial a esa mentalidad que tiene a la educación convertida en privilegio (muy mal aprovechado) del poderoso, del que tiene dinero, del soberbio... Odio, ganas de patear todo a mi paso. Destruir!

Sólo quiero, en estas horas oscuras de mi vida, recibir una, una sola respuesta por parte de este Dios... PARA QUÉ. Mi consuelo sería total de saberla.

Pero hoy, y quizá por mucho tiempo, el duelo.


viernes, 13 de enero de 2012

Esperanza...

Esperanza de que todo
sea un campo de alianzas lleno
de los frescos aromas de la estepa
llenos de las
fragantes rosas
de una vida maravillosa
de tus labios y tu corazón.

Pronto el brasero invernal,
la sandía del estío
y la mano de tu pelo.

Eso nos bastará,
un árbol,
una ventana,
el Amor.

Enmanuel.