sábado, 28 de abril de 2018

Sentido

Cuando me pregunto
qué siento,
la verdad es que me contradigo.

Es lluvia con sol, frío y frío,
como el agua de ese río, el río
de la sangre de mi herida mortal.

Sólo pido esperanza y la bicicleta,
porque no sé si siento, si siento el mañana,
y lo siento.

Es el perdón el que siento, pero presiento
algo. Sería
                esa
                    llamada.

La noche del viernes.




martes, 24 de abril de 2018

Las Horas

No sé qué nace de mi pecho, es un abismo o un universo.
pero me duele, porque no fui capaz.

Di cien pasos, cuando debí dar
ciento y uno.
Tuve mil victorias, cuando debí haber batallado
mil más,
insuficiente y bajo.

Fueron actos y actos, pero faltó ese acto,
un grano más que no quiso aparecer,
no como maldad o desdén,
era ese gramo que iba a aparecer al día siguiente.

Tarde, tarde llegó.

Y el verano se fue, y tarde se fue, porque gusté del calor
pero faltó un grado más
uno solo
para ser felizmente uno.

Pero hace frío, y es tarde, es tarde, es tarde.
Aún queda espacio, hay de sobra,
una galaxia que le falta una estrella, una
sola.

Y quedan horas por vivir, quedan hartas
como papel para poesía, para que las escribas,
porque no puedo con todas

las horas.

Y podría cambiarlas por mil perdones, que duren
horas, eternidad, amor que se
vuelve a encender y hacer lumbre.

Y ahí reposan, conscriptas y dolorosas,
como callos andantes de una ciudad bullente
del silencio del corazón, ahí.

Esperando.

Las horas.


martes, 3 de abril de 2018

Poco

Una célula de amor puede bastar
para transformar el
oscuro sonido de la caverna
mi pecho

en el Edén.

Un perdón es posible,
siempre el camino es la puerta
los pasos
los estallidos
la paz.

Si el amor todo lo puede
que al menos pueda
vivir.

Vivir es el objetivo,
flotar, porque hay
una caverna que ejerce,
neumática, su poder.

Hay que vivir
vivir
vivir inadjetivamente.

Siempre una esperanza,
una célula.
Un adjetivo.
Una vida.

Hoy, vivir
y no es mucho.