viernes, 20 de abril de 2012

Muro

El espacio me hace pensar en la felicidad eterna que dios me ofrece, en toda su plenitud, en toda su magnificencia y amor... Pero mi corazón, mi muro se cierra a la vida, quiero quitarle las llaves para poder dejar pasar al Señor de la vida, para que se haga historia, uno solo conmigo.

Dejar que el Señor actúe en mi vida concreta, en mi existencia del día a día, y dejarme enrutar por su amor, por la voluntad que Él quiere para mi existencia.

Me cuesta, no puedo soltar mi depresión, no puedo amara esa historia que me pena y me recuerda los dolores pasados, los dolores recónditos de un momento en que el Señor actuaba, en que el Señor tomaba su mano con la mía, y me mostraba algo que la pobreza, la violencia, mi propio egoísmo me ocultaban.

Virgen santísima, regálame la pureza, el aceptarme, el amar de verdad...

sábado, 14 de abril de 2012

Necesitamos

Necesitamos...

Hoy necesitamos mostrar el corazón de Cristo a tantos que hoy viven en un sin sentido, en un dolor que se hace estéril porque no se alumbra con la cruz... Mostrarlo a quienes nos escupen, nos maldicen, a quienes están escandalizados por los pecados de la Iglesia... 

Necesitamos...

Hoy necesitamos jóvenes y adultos valientes, maduros en la fe, dispuestos a dar siempre la vida, aunque sea con sangre, por regalar al mundo el don del señor, por mostrar a todos la persona de Jesucristo, hijo de una Virgen, que vivió entre nosotros, como uno de nosotros, en todo igual, menos en le pecado.

Necesitamos...

Al Espíritu Santo, consolador, paráclito necesario en un siglo que necesita de los signos visibles de la Iglesia, que se manifiestan inequívocamente en el preclaro mandato del Amor.

Necesitamos... De ti, oh, Dios mío...

miércoles, 11 de abril de 2012

Providencia

No quiero pensar en un mañana
que puede ser
el manto de rosas más bello y sangrante,
el desierto más fulgurante y espasmódico,
la viña de las dulces siestas,
la cárcel de los sueños destrozados.

Sólo quiero que sea un
llamado,
un grito,
una sombra de voz,
el retumbar de las noches más largas
o el día sin fin.

Por eso es todo,
para que llegues.