lunes, 30 de marzo de 2015

Desatar

En quinientas horas no se puede comprender
cómo fue a parar al tacho de los
sueños rotos, los sueños de
la mañana entera.

Me parece algo descabellado, pero no puedo argumentar,
sólo me apetece un grito
pero no lo quiero, me engaña
me lanza al suelo.

Las sonrisas de un paraje domado
son tan falsas como mis recuerdos de
algo alegre en la vida

pero tengo la fuerza de un búfalo,
y al búfalo lo borraron del norte de América

pero la fuerza está rasante en los palomos
y los queltehues,
está inmersa en una tierra que no
mana leche
y miel,
sino pinos y sangre de pinos
sangre de pueblos
sangre.

Mis dolores se vuelven una canción, pero la
canción no es mía, es simplemente
un copypaste de un giro de tuercas
de una existencia que se volvió una neblina
y una neblina que espero
sea luminosa.

Porque a estas alturas de un camino pedregoso y dormido,
entre sauces y estancias,
entre comidas y cumplidas maneras,
no se puede convertir en foco,
sólo espero ser niebla,
niebla luminosa,
que inspira
ama
y se desvanece en la mañana.

(28/03/2015)