martes, 24 de abril de 2018

Las Horas

No sé qué nace de mi pecho, es un abismo o un universo.
pero me duele, porque no fui capaz.

Di cien pasos, cuando debí dar
ciento y uno.
Tuve mil victorias, cuando debí haber batallado
mil más,
insuficiente y bajo.

Fueron actos y actos, pero faltó ese acto,
un grano más que no quiso aparecer,
no como maldad o desdén,
era ese gramo que iba a aparecer al día siguiente.

Tarde, tarde llegó.

Y el verano se fue, y tarde se fue, porque gusté del calor
pero faltó un grado más
uno solo
para ser felizmente uno.

Pero hace frío, y es tarde, es tarde, es tarde.
Aún queda espacio, hay de sobra,
una galaxia que le falta una estrella, una
sola.

Y quedan horas por vivir, quedan hartas
como papel para poesía, para que las escribas,
porque no puedo con todas

las horas.

Y podría cambiarlas por mil perdones, que duren
horas, eternidad, amor que se
vuelve a encender y hacer lumbre.

Y ahí reposan, conscriptas y dolorosas,
como callos andantes de una ciudad bullente
del silencio del corazón, ahí.

Esperando.

Las horas.


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