jueves, 22 de septiembre de 2011

Reflexión

La parada militar no tiene más función que ser un acto de provocación de soberbia y de belicismo sin límites. Sólo busca medir fuerzas y demostrar al resto de los mortales su capacidad destructora, aplastante y minimalizadora de las voluntades de paz entre los pueblos.

En ves de promover estos verdaderos circos la muerte, ferias en donde se lucen los más increíbles juguetes de asesinato, los estados y los pueblos deben buscar formas de crear y de promover una cultura de la paz, donde se rechace el enfrentamiento armado como solución a los diferendos entre naciones, pueblos, etc.

Con eso lograremos que nuestro hijos convivan en un espacio donde resuma el diálogo, el respeto, y en donde se miren, ya como imagen de un pasado trastornado por el odio, estas marchas de zombies necesitados de matar.

He dicho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario