Yo no recuerdo nada
solamente aquel sonido de una lluvia llena de dolor
pero a la vez hoy
el agua refrescaba el sonido impertérrito de un recuerdo imborrable
que se convirtió en el torrente más limpio
en el espacio más amoroso
en el dolor menos intenso
Pero no puedo dejar de negar que aquella lluvia sirvió para
dejar entrar en el dolor acérrimo a aquel Dios
que me ha sanado
y no puedo dejar de decir que aquella lluvia
fue el torrente que me empujó a decir que
la vida no es la vida
sino más que la vida.
Que la vida es un camino andado es un golpe de
puño contra la historia
pero aquella
historia que se presenta infame
que se presenta insoslayable
que la historia es menos que historia sino aquel
nefesh que se convirtió prontamente en
el motor de lo que queremos para este mundo.
Me duele
me duele el mundo pero
la lluvia llegará,
con su fuerza para arrastrar
con su agua para sanar.
Y la historia será amor.
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