Subes,
miras hacia abajo,
a tu Iglesia,
a esos hombres
rudos y toscos,
duros de cabeza,
traidores,
cobardes.
Y los hiciste pilares,
y al más débil
lo hiciste
pastor de tus ovejas.
No somos más
porque somos más
sino porque el que Es Más
nos amó,
y con su amor somos fuertes.
Vayan y anuncien,
vayan y anuncien...
El cielo es de nosotros...
porque Tú lo abriste para nosotros
y porque traemos un trozo del cielo
a este mundo.
El Buen Pastor ha subido
a la derecha del Padre,
vela el pequeño rebaño...
Con María en el cenáculo.
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