martes, 28 de febrero de 2017

Rock para tus días


Y solo ahí fue, como entonces,
se abrió entre el mar sanguinolento,
y las parras en trotes de mañanas,
como surgió una canción que emanaba
de una roca insaciable, de una ola sin angustia
rock para tus días.

Preciosa como las joyas del barro
como las pisadas de las flores de un minuto
la canción me enseñó que debo amar
a la mujer mía, a la dicha, a los campos
a los hombres y a los nubarrones de hombres
rock para tus días.

Fue por ahí, en las calles, en bandadas humeantes,
en diarios para el baño, en la mirada rara,
errante de tanto errar, por llorar, por gemir
por gozar húmedas mocedades, por pensar algo
estaba entregada a sentir una verdad gentil
rock para tus días.

Soberana en su manos, en gargantas dolorosas
así le habló a las gentes, a los gentiles,
a publicanos fariseos, y a locos, y se dió cuenta
que los locos volvían a la verdad, para vedar
las sucias y podridas palabras del fariseo
rock para tus días.

La canción no dudo ni por pienso
en buscar en los odiados espacios que viven,
lejos de allí, entre pastos, árboles y trenes,
en el cerro y en el sucio río de arenas y recuerdos
que antes era libre, hoy solo hilillos frívolos
rock para tus días.

Y por casualidad, entre las barras de una casa
entre los maderos de libros y pan de pascua
por ventanas y mentes ofuscadas de risa
aparecío fresca de un rocío, en paz y tormenta
para gritar con susurros amorosos y sanguinolentos
rock para tus días
rock para nuestros días.

(26/04/2009)



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